Personas desconocidas arrojaron una sustancia letal al pozo del que extraen agua 10 familias en una reserva Mocoví. Siete cerdos murieron. Acusan a una empresa cordobesa que reclama sus tierras
Nuevamente la reserva aborigen de la etnia mocoví conocida como Raíz
Chaqueña, ubicada en parcela 82, circunscripción 8, departamento
Almirante Browm —a 57 kilómetros de Pampa del Infierno—, fue escenario
de un grave episodio. Presuntamente empleados de la empresa Bajo Hondo
SA habrían arrojado veneno al pozo de donde se abastece de agua la
comunidad aborigen compuesta por unas diez familias.
Quizás el destino
no quiso que esta gente bebiera esa agua ya que lo hacen de manera
habitual, aunque sí se la dieron a los animales, con graves
consecuencias: murieron siete chanchos. Pero no sólo eso. Los intrusos
además se ensañaron con una cabra a la que le partieron la cabeza de un
machetazo.
Los miembros de la comunidad no dudaron a la
hora de expresar sus sospechas: “Tienen que ser los empleados de la
empresa Bajo Hondo ya que siempre pasan por el campo, aunque nunca
habían llegado a tanto”, señalaron.
En pequeños claros del monte, los hermanos Leiva muestran los rastros
de la moto que salió del predio en donde se encuentra el pozo.
Los
cuerpos inertes de los puercos pronto se pudrirán con el calor.
Todos
los animales están inquietos. “Mire cómo está el pato”, indica Pablo
Leiva y apunta al ave que arrastra sus alas. “Tiene sed”, agrega.
Recorrido un
importante tramo se llega al otro asentamiento, en donde está ubicado el
pozo presuntamente envenenado. A no más de seis metros se encuentran
unos barbijos que habrían utilizado los malhechores en el momento de
arrojar veneno. Leiva señala el cielo y expresa su deseo: “Ojalá llueva.
Por lo menos así tendrán agua los animales. Porque si no tendremos que
traer agua desde Pampa del Infierno y son muchos kilómetros”.
Los hermanos Hugo y
Pablo Leiva extraen agua y la muestran: es medio verdosa y los
animales, al olfatearla, no tardan en arremolinarse en el lugar. Son las
11.20, con una temperatura de 38º grados y ni los habitantes ni sus
animales pueden beberla. Más allá, la cabra con su cabeza partida ofrece un tétrico cuadro.
Son
5000 hectáreas de una reserva aborigen, las que se encuentran en una
situación compleja ya que hace más de tres años la empresa cordobesa
Bajo Hondo SA dice haber comprado esta tierra a los propios miembros de
la comunidad.
Lo más grave fue
que un magistrado de Sáenz Peña, el juez Zaloff Dakoff, el 13 de
diciembre de 2011 falló a favor de la empresa cordobesa y la habilitó
para obtener el título de propiedad de las tierras, en una sentencia que
contradice toda la legislación vigente sobre propiedad comunitaria de
las tierras indígenas. Sin embargo, el Registro de la Propiedad denegó
la inscripción de ese título.
Ante este cuadro,
el mismo juez renunció a expedirse de manera definitiva sobre este
delicado tema. Luego el magistrado falleció. La causa continúa, sin
resolución definitiva.
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