Una grabación filtrada a la oposición venezolana desnudó ayer la guerra interna y la corrupción que resquebrajan a la revolución bolivariana . Se trata de una conversación entre el comandante Aramís Palacios, "jefe de la contrainteligencia cubana", según diputados del frente opositor, y Mario Silva, periodista estrella del oficialismo, el favorito de Hugo Chávez. "Tenemos las instituciones llenas de mierda", confiesa el propio Silva en el final.
En una especie de rendición de cuentas al militar cubano, hombre clave de Raúl Castro en Venezuela, Silva alerta sobre una conspiración encabezada por Diosdado Cabello, líder del ala militarista, contra el presidente Nicolás Maduro, heredero de Chávez y abiertamente pro cubano.
"Tienen que sentarse con Maduro: hay una conspiración en proceso. Nicolás está rodeado de un mar de tiburones... Está entrampado", advierte el periodista en la conversación, que habría tenido lugar unos 10 días después de las elecciones. Los diputados opositores se negaron a revelar el origen de la filtración.
"[A Cabello] le interesan los reales [el dinero] y el poder... Es un corrupto que ha estado corrompiendo a todo el mundo. Estos carajos están desangrando al país", resume el presentador de La Hojilla , un programa diario del canal público Venezolana de Televisión, desde el cual se ha dedicado a perseguir a opositores y a periodistas independientes.
Según el informe dictado al espía cubano, Cabello controlaría parte del financiamiento del Estado a través de Cadivi (órgano que suministra dólares desde que hace una década se decretara el control de cambios) y del Seniat (Hacienda), presidida por su hermano menor, José David Cabello.
"Lo más probable es que vayan a tratar de generar otra devaluación... Había una fuga de divisas y eso provocaba la exagerada diferencia entre el precio oficial y el dólar paralelo [hoy 450% más caro]", desvela Silva. "¿Quiénes participaban en el blanqueamiento de esta vaina [cuestión]... Barroso [ex presidente de Cadivi] y el Seniat", agrega.
"Hay que detener la sangría, ¡está sangrando gente nuestra!", remacha Silva, que fue candidato chavista a gobernador de Carabobo hace cinco años. "Si Diosdado toma Pdvsa, nos terminamos de joder", dramatiza quien a lo largo del relato funge como un agente al servicio de su jefe cubano.
Los otros poderes del Estado en manos de Cabello, siempre según la grabación que se habría realizado diez días después de las elecciones, son las distintas policías, el servicio militar de información y el PSUV.
El enfrentamiento entre los dos sectores llegó a producir "ruido de sables" en el ejército, según Silva, que describe la profunda división en las fuerzas armadas.
"Tenemos una situación grave interna de rumores, que nos está jodiendo", se queja el periodista, que confiesa al comandante cubano las dificultades para acercarse a Maduro. "Pasa lo mismo que con el comandante: lo cerraban y no permitían acceso a él", explica.
La teoría de Silva, que comparte con distintos analistas políticos, es que Cabello "quiere controlar, no ser el presidente" y para ello utiliza todos sus poderes, incluida la docena de gobernadores militares.
Eso por ahora, porque Silva acusa al grupo de Cabello de empeorar el desabastecimiento para que el país "sea ingobernable y para perder el revocatorio", una alusión a la figura constitucional que permite cesar al presidente con un referéndum a mitad del mandato.
"Todo gobierno corrupto e ilegítimo implosiona", resumió Henrique Capriles, tras el terremoto político provocado por la grabación. "Estamos con la verdad y siempre del lado del pueblo venezolano", añadió el líder opositor.
En una catarata de tuits que lanzó anoche, Capriles escribió: "Vampiros [el grupo de Diosdado] vs. Enchufados [los de Maduro], ¡así están las cosas! Nuestra Venezuela merece un cambio y lo tendremos!".
Henri Falcón, gobernador de Lara y su mano derecha, fue aún más allá: "La grabación presentada demuestra que teníamos razón. En el gobierno y en el PSUV, imperan la intriga, la maldad, la mentira y la corrupción".
Anoche, Nicolás Maduro no se había dado por aludido.
El presidente volvió a hablar en cadena nacional desde el Buque Escuela Simón Bolívar y dijo estar "muy feliz". Un estado de ánimo difícilmente creíble. Ni siquiera los oídos sordos del político escapaban a la bomba informativa y a sus réplicas, que se escuchaban por todo el país.
La primera impresión, que el gran beneficiado de hacerse pública esta rendición de cuentas con el contraespionaje cubano es el propio Maduro, se viene abajo cuando Silva relata que en el último día de campaña el ahora presidente le envió una foto para narrarle un "milagro" sucedido en el Cuartel de la Montaña, donde se exhibe el féretro con los restos de Chávez.
"La cara de él [Maduro] se había aparecido en el cuadro del comandante, entre las manos, y que incluso tienen un video. Que el comandante se apareció... Impresionante... [Me dijo] que Chávez nos está vigilando", relata Silva. "Llamo a Jorge Rodríguez [jefe de campaña] diciendo que Nicolás está loco... Yo pienso que esta vaina la fomentó Cabello."
En cambio, Silva no puso en duda la victoria del oficialismo, pero sí la brecha alcanzada, que, según sus cálculos, debía superar el 60 por ciento.
Insistió en que durante la noche electoral, el CNE fue "hackeado", "atacado" o "tumbado" durante una hora, presuntamente por Cabello.
Al conductor de La Hojilla, uno de los personajes más siniestros del PSUV, se le acusó de dirigir a los hackers del llamado grupo N-33, especialistas en embestidas digitales contra periodistas, escritores y miembros de la oposición.
Pocas horas después de que el país y el mundo escucharan las sorprendentes revelaciones, Silva acusó vía Twitter al Mossad israelí y la CIA del "montaje". Cabello, por su parte, eligió parafrasear a Chávez en su última alocución al país: "Unidad, lucha, batalla y victoria".
"La película es de mafiosos y traidores. Siempre se supo. Pero oírlo en boca de uno de ellos es insuperable", sentenció el escritor Leonardo Padrón, en el día que se volvió a demostrar que a la Venezuela del surrealismo mágico le quedan muchos capítulos por escribir.
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