miércoles, 23 de septiembre de 2015

CUAN BUENO ES COMER PAN?

Que el pan está viviendo su mejor momento no es ninguna novedad por algo cada día abren más panaderías y una multitud de talleres para enseñar a prepararlos. Aquí, cuáles son sus tipos y beneficios. 
Que el pan está viviendo su mejor momento no es ninguna novedad por algo cada día abren más panaderías y una multitud de talleres para enseñar a prepararlos. Aquí, cuáles son sus tipos y beneficios.

Por Verónica Gurisatti 
Si hay algo bueno que tiene el pan es que puede comerse a cualquier hora y ocasión, sobre todo cuando hay hambre. Ya sea artesanal, integral con semillas, blanco, negro o de campo es un alimento revalorizado que tiene su origen en las primeras épocas de la historia y que fue sumando una infinidad de variedades con el paso del tiempo. Se cree que los primeros fueron preparados en Oriente Medio hace nueve mil años a partir del trigo y la cebada molidos y los antiguos egipcios habrían descubierto la manera de hacer los panes fermentados que comemos hoy. 
Compañeros de hombres, mujeres y niños, constituyen una importante fuente de energía en muchos países y todos los tipos son muy nutritivos y proporcionan proteínas, hierro, calcio y vitaminas B. Se usan frescos para comer entre comidas como snacks o para acompañar sopas, guisos, pastas y otros platos, tostados o sin tostar con manteca y cubiertos o rellenos de algo dulce o salado y también para preparar pan rallado o budín de pan. Lo ideal es consumirlos lo más frescos posible o guardarlos en el freezer y descongelarlos sólo cuando se van a usar. 
Que el pan está viviendo su mejor momento no es ninguna novedad por algo cada día abren más panaderías y una multitud de talleres para enseñar a prepararlos. Aquí, cuáles son sus tipos y beneficios.

El buen pan, el que se cocina con masamadre y harinas sin refinar, se convirtió en el mejor aliado de las dietas, incluso cuando lo que se desea es adelgazar. El secreto para que no engorde es consumirlo en el momento indicado, es decir a media mañana o por la tarde. Como cien gramos de pan blanco tienen 250 calorías, conviene elegir los integrales de centeno o avena, que no tienen menos calorías pero sí más fibra y mayor poder de saciedad. También es conveniente evitar los que tienen frutas secas. Además, los expertos dicen que amasar pan es la nueva terapia antiestrés. 
Beneficios específicos
El pan siempre fue una importante fuente de alimento. Como tiene poca grasa y es rico en carbohidratos, es relativamente bajo en calorías en comparación con muchos otros productos cocinados. El blanco y el integral se digieren con rapidez, lo cual los hace ideales para las personas que necesitan un aporte rápido de energía después de haber hecho ejercicio. Dos rebanadas de pan integral por día proporcionan el 33% de los 18 gramos de fibra que necesitan los adultos a diario. La misma porción aporta el 7% de las necesidades de calcio de la mujer. 
La harina, un componente esencial
El pan es la resultante de una masa obtenida por la mezcla de harina y agua, con o sin sal, fermentada por microorganismos propios del proceso. Existe una gran variedad de harinas que dependen del tipo de cereal como la de arroz, trigo, centeno, cebada, avena o maíz. La más usada en la elaboración del pan es la harina de trigo, una gramínea que se originó hace diez mil años en la zona de Medio Oriente. Se elabora de muchas formas y hay numerosas maneras de cocinarlo como por ejemplo en horno, sartén, cazuela, parrilla o sobre el fuego. 
Los cereales y la elaboración marcan la variedad
Que el pan está viviendo su mejor momento no es ninguna novedad por algo cada día abren más panaderías y una multitud de talleres para enseñar a prepararlos. Aquí, cuáles son sus tipos y beneficios.

Según los ingredientes que se usen en la elaboración se obtienen distintos tipos de pan. El más consumido es el blanco, compuesto de un 90% de trigo y un 10% de salvado de los cereales empleados. Cuando la proporción de salvado es mayor se forma el pan integral y contiene más porcentaje de vitaminas y minerales que el blanco. El pan ácimo no está fermentado y es muy usado para preparar sándwiches o tostadas, igual que el lactal que viene en rebanadas y dura más pero hay que consumirlos en poca cantidad ya que contienen grasas añadidas. 
Tipos de pan
Pan blanco: la harina blanca de panificación se prepara con granos de trigo a los que se les quita la cáscara fibrosa. En ciertos países muchos de los nutrientes se pierden durante el proceso de molienda y el calcio, el hierro, la tiamina y la vitamina B se deben reponer por ley. 
Pan negro: el pan al que se ha añadido la vitamina B (ácido fólico) que eleva el consumo de este nutriente B esencial. Todas las harinas de panificación en los Estados Unidos tienen ácido fólico adicional. En el Reino Unido y otros países occidentales el agregado de ácido fólico es voluntario. 
Pan integral: preparado a partir de harina de trigo 100% integral, el pan integral contiene el doble de fibra insoluble que el pan blanco. La inclusión de germen también indica que tiene vitamina E adicional y el doble de folato. 
Pan de centeno: alimento básico en Alemania y Rusia que se elabora con una elevada proporción de harina de centeno y aporta buena cantidad de tiamina y hierro. El pan de centeno oscuro contiene el doble de fibra que la versión clara y se hace con harina de centeno oscura, centeno triturado y granos de centeno machacados. 
Pan árabe: este pan plano es similar a los panes preparados en la antigüedad. El pan árabe (o pitta) proporciona cantidades útiles de hierro, vitamina B1 y niacina. 
Baguette: pan alargado de origen francés, corteza crujiente y miga esponjosa, que se prepara a partir de harina de trigo. Según los panaderos franceses debe ser delgada con una corteza ni dura ni quebradiza, miga elástica y clara, sabor apenas salado y medir unos 70cm de largo. 
Focaccia: un pan de estilo mediterráneo cada vez más popular, la focaccia se unta con aceite de oliva y se salpica con sal gruesa por lo tanto tiene más calorías que el pan blanco normal. 
Pan naan: este pan tradicional de la India se prepara con harina blanca y un poco de levadura, se amasa en forma de gotas planas y se cuece en un horno tandoori caliente. El naan se unta con manteca clarificada antes de servirlo y puede tener hasta 79 gramos de grasa por porción

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