La película de Néstor Kirchner termina con un testimonio de Máximo. “¿Qué cambiaría para atrás? No cambiaría nada. ¿Hasta acá? (duda) Nada… Sí, nada”. El plano se funde a negro y una frase cierra el documental: “A las nuevas generaciones”.
No es la única aparición que tiene el hijo mayor del ex presidente en el film. A lo largo de una hora y 40 minutos, Máximo tiene siete apariciones estelares. En un adelanto de “Néstor Kirchner, la película”, el documental dirigido por Paula de Luque, dos semanas antes del estreno oficial en todos los cines, el 22 de noviembre. La película fue producida por Tochineki, la empresa del diputado Fernando Navarro y el publicista Jorge “Topo” Devoto y habría costado 6.000.000 de pesos. La producción no estuvo exenta de polémicas. Antes de De Luque el director era Adrián Caetano, que fue apartado por no tener una línea bien K.
El film tiene un tono épico y militante. Hace un repaso de todos los hitos del kirchnerismo: el pago al FMI, los derechos humanos, la pelea con el campo, la Ley de Medios y la batalla contra Clarín. Mezcla imágenes de archivo periodístico con material íntimo de la familia presidencial. Hay escenas de Kirchner abrazando a Florencia cuando era un bebé, de Máximo recién nacido, del ex presidente jugando en la nieve, abrazando a Cristina mientras le hace cuernitos con una mano cuando los dos eran muy jóvenes, y en un acto a principios de los ’80 arengando a los militantes.
El heredero. Máximo mira a cámara, se acomoda en la silla y por primera vez habla de cómo recuerda a su padre: “Obviamente uno quiere tener a las personas que quiere toda la vida, digamos. Pero también está la vida de él, digamos. Su vida, cómo la quería vivir él. Uno vive hablando de lo colectivo y todo y tiene que estar dispuesto a resignar parte de la vida de uno, digamos”.
El hijo y presunto líder de La Cámpora recuerda cómo vivieron los días de la 125 y la pelea con el campo: “Yo creo que él sentía que estaban tocando a su compañera, digamos. Fue una presión inmensa, era un costo altísimo, mi hermana la pasó muy mal. Montonera, grasa, cabeza, todo escrito. Todo Olivos, digamos. Un odio… y aparte porque se le animaban a una mujer. Con Néstor era otra cosa”, se ríe. Aunque su hermana Florencia no aparece hablando en la versión que se dió a conocer, Máximo se encarga de recordarla: “Cuando nace Florencia hay una revolución. Modificó y potenció todo. Y fue la luz de los ojos de él. Todo un personaje, un personaje. Y una buena hermana”.
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