Después de soportar el asedio de un espectador, una estatua humana se cansó y lo golpeó en la cara.
El incidente tuvo lugar en la ciudad australiana de Queensland. Primero, el joven comenzó a tocarle la cabeza, y tras hacerle burlas introdujo un dedo en su oreja.
"Fue una reacción natural; no es lo que me hubiera gustado hacer y no estoy orgulloso", afirmó David Mulder en una entrevista. "Fue desagradable golpearle, pero hice lo que tenía que hacer", añadió.
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