Dentro de dos meses, los usuarios
de las líneas de colectivos que circulan por la Avenida del Libertador
contarán, a la altura de Palermo Chico, con una nueva infraestructura
para el ascenso y el descenso.
Se trata de tres dársenas que serán
construidas junto a la vereda antes de los cruces con Salguero, Ortiz de
Ocampo y Pereyra Lucena, y sobre las que serán instalados refugios para que los pasajeros esperen sus transportes.
El gobierno porteño busca con esto resolver los
problemas que enfrentan desde hace años los usuarios que, por la
existencia en ese tramo de la modalidad de estacionamiento vehicular a
45 grados y de grandes jardines en las aceras, no disponen de
comodidades en las paradas, que en buena parte son, además, simples
carteles de metal adheridos a los árboles.
Se tomó en cuenta, también, el riesgo que corren los
usuarios porque la operatoria de los colectivos suele realizarse en el
segundo y hasta en el tercer carril de la transitada avenida, para
lograr superar la franja de autos estacionados.
Según señalaron voceros del Ministerio de Ambiente y
Espacio Público, a cargo de las obras, mediante el emplazamiento de las
isletas quedarán perfectamente diferenciados el sector para el
transporte público -las líneas 130, 67, 102- y el sector de detención
para vehículos.
Sobre las plataformas regirá la prohibición de estacionar. La detención a 45° seguirá habilitada a continuación de las dársenas.
Los trabajos, que están en su etapa de inicio, tienen
un tiempo de ejecución aproximado de 60 días y un costo estimado en
350.000 pesos.
Las dársenas fueron la solución encontrada por las
autoridades a la problemática del lugar, y permitirán además concluir
con el recambio del mobiliario urbano sobre Libertador (ver aparte).
Hasta ahora fueron colocados 59 refugios para colectivos, 95 pantallas
transiluminadas, 203 carteles municipales y 200 nomencladores de calles
en buena parte de la extensión de la arteria.
No obstante, el reemplazo está frenado, excepto en las
mencionadas cuadras de Palermo Chico y en el tramo que va desde Carlos
Pellegrini hasta la plaza San Martín, ya que allí, al igual que en
Leandro N. Alem y Paseo Colón, están dispuestos los obradores de la
prolongación de la línea E del subte.
Las isletas serán montadas en las intersecciones con
Salguero, Ortiz de Ocampo y Pereyra Lucena, y tendrán rampas para que
puedan acceder las personas con discapacidad.
Jorge Cubero Schiaffino es uno de los vecinos de
Palermo Chico que vienen reclamando al gobierno porteño mayor prolijidad
y seguridad para el ascenso y el descenso de los colectivos 67, 102 y
130. Desde 2011, reclama por la deficiente señalización de las paradas.
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