DEPREDADORES ON LINE por Rodrigo Bonini
La PEDOFILIA es uno de los primeros puntos de contacto de la Trata de personas:
el fin es captar, reclutar y luego, someter, a chicos y chicas para finalmente
incorporarlos al sistema de la Trata. El
delito de Trata de Personas, y en especial, con fines de explotación sexual
infantil, genera anualmente a nivel mundial más de 32 mil millones de dólares
de ganancia (solo la industria de la pornografía infantil genera por año el 60% de
esa cifra, es decir 19 mil millones), ubicándose como el segundo
negocio delictual más rentable, seguido por el tráfico de armas y solo superado
por el narcotráfico. Según informes internacionales oficiales en la
Argentina los dos principales delitos virtuales están relacionados a la
Pedofilia y la Pornografía infantil.
Por ello, el vehículo más
utilizado de acercamiento o abordaje a las potenciales víctimas sexuales son
las redes sociales que, por sus características (anonimato, fácil
implementación de perfiles o identidades falsas y, fundamentalmente la falta de
conciencia ciudadana), proliferan y se diversifican a una velocidad superior a
las actuales leyes y normativas de internet como así también de los recursos
con los que cuentan las distintas fuerzas de seguridad que intentan combatirla.
Solo en el 2010 a nivel mundial se
identificaron más de 13 mil sitios con contenido de pedofilia (páginas web, redes sociales, servicio de
intercambio de archivos fotos y videos, direcciones de correo electrónico,
etc.) Según especialistas de la materia, actualmente en nuestro país resulta
más complejo investigar una red de distribución de imágenes de pornografía
infantil que una red de narcotráfico.
Estos “depredadores sexuales de
la red”, basándose en el exponencial crecimiento de estas nuevas tecnologías, han
logrado equiparar y unificar las diferentes clases sociales ya que nadie a esta
altura resulta ajeno al uso de internet, generando así un universo de mercado
descomunal, donde actualmente más de 850
millones de personas en todo el mundo son usuarios de alguna red social. De éstos,
aproximadamente el 80% tiene entre 12 y 30 años, siendo la franja etaria de 12 a 19, los que mayor frecuencia de uso realizan
en internet (este sector es el más
vulnerable a ser víctima de acoso, secuestro y/o explotación sexual).
En este sentido, las encuestas y
estadísticas efectuadas en diferentes partes del mundo exponen algunos datos
inquietantes sobre su uso: el 50% de los adolescentes suele dar información
personal en internet; el 60% suben fotos propias y más del 80% de los niños
accede a internet sin control de los padres, advirtiendo además que, en la
mayoría de los hogares, no se aplican filtros de contenidos para niños. En su
imaginario, el concepto de privacidad es remoto. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, los datos exhiben el nivel de
vulnerabilidad de los chicos asociado a la evidente pasividad, falta de diálogo
e ignorancia de los padres, donde el
90% manifiestan que en su casa no hay reglas de uso de internet; un 56% acepta
conectarse con gente que no conoce personalmente; mientras que el 50% de los
padres no conoce el “nick” (apodo) de los contactos de su hijo, y 2 de cada 3 padres desconoce a que red
social está suscripto su hijo.
Es por este medio que el pedófilo
o depredador sexual busca generar el primer contacto con los niños: indaga
sobre preferencias y actividades de los chicos, deporte, música, la institución
educativa a la que pertenecen y hasta su situación sentimental con el único fin
de obtener información que les permita agrupar a sus futuras víctimas por edad,
gustos o aptitudes para luego producir el ataque sexual o la captación del
joven con fines de explotación sexual.
El robo de identidad en la red,
la distribución de pornografía infantil, la extorsión, el acoso y el hostigamiento
virtual, son las nuevas tendencias del cibercrimen,
y se expanden en las redes sociales a pasos agigantados. Los ataques digitales
evolucionan año tras año, fortaleciéndose conforme a las mejoras de las
aplicaciones tecnológicas para luego atacar el eslabón más débil: los jóvenes.
Rodrigo
Bonini es Licenciado en Administración
de Empresas. Especialista en Política Criminal. En los últimos 10 años, ocupó
cargos ejecutivos vinculados a las áreas de Seguridad en Nación, Provincia y
Ciudad de Buenos Aires. Actualmente es
Jefe de Gabinete de la Agencia Gubernamental de Control.
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ResponderEliminarEl administrador de este blog es Juan Pablo Romero, despedido por el grupo Clarin por llamar Negropolis a Tecnopolis y calificar a unas niñas de bajos recursos como "piojosas y mugrientas" no conformandose con eso tambien las fotografio y las subio a Twitter. Increible? En twitter lo pueden saludar en @INFOen140
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